31 de mayo - DÍA MUNDIAL SIN TABACO
La lactancia materna protege parcialmente a los bebés contra las infecciones respiratorias causadas por la exposición al humo del cigarrillo. Como fumadores pasivos, los hijos de fumadores tienen más infecciones respiratorias y asma, siendo sus riesgos menores si son amamantados.
Si la madre no puede dejar de fumar, es recomendable que le dé el pecho debido a la acción protectora de la lactancia materna contra las infecciones respiratorias. En algunos casos la nicotina puede demorar la bajada de la leche o disminuir su producción. Sin embargo los beneficios de la lactancia materna son los mismos, fume o no.
Si la madre fuma, se recomienda que amamante a su bebé, porque fumar y dar leche artificial (fórmula) es la combinación menos saludable.
La lactancia materna ayuda a reparar los daños producidos por el tabaco en el embarazo. Los efectos negativos en el desarrollo cognitivo del bebé, producidos por haber fumado durante el embarazo, pueden modificarse gracias a la lactancia materna.
La investigadora holandesa Laura Batstra y sus colaboradores, así lo han publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health.
Existe una relación entre el fumar durante el embarazo y un resultado inferior a la edad de nueve años, sólo en aquellos niños que han sido alimentados con leche artificial. Esta relación persiste incluso tras ajustar variables como factores socioeconómicos, el sexo del niño y el estado civil de la madre durante el embarazo.
Los autores sugieren que no sólo se ayude a las madres a dejar de fumar durante el embarazo, sino que se les anime a amamantar a sus hijos.
Para las mamás: Si no puedes dejar de fumar durante la lactancia, es mejor darle la pecho a tu bebé, porque lo estás protegiendo parcialmente. Evita fumar dentro de la casa.
Ref: Batstra L et al. Can breastfeeding modify the adverse effects of smoking during pregnancy
on the child's cognitive development? J Epidemiol Community Health 2003; 57: 403-404
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